El cambio climático y los eventos meteorológicos que parecen derivar de él sitúan cada vez más a los sistemas de producción agrícola en el centro de la reflexión. Italia, en el mes de mayo, fue azotada por el mal tiempo y si Emilia-Romaña sufrió más que todas las demás regiones, también en Sicilia el tiempo era apenas primaveral. Además, se registraron lluvias prolongadas en la región de Apulia, lo cual ha resucitado un fuerte interés por las cubiertas de plástico en los huertos frutales y los viñedos. Hablamos de ello con Giuseppe Borracci, desarrollador de nuevos mercados de Serroplast, quien ha puesto algunos límites al uso de las cubiertas porque no deben verse como el único medio para resolver todos los problemas, sino como una herramienta más que contribuye a la protección de las plantas.
"Una cubierta de película plástica en un huerto frutal, en sí misma, determina una protección bastante limitada", comienza Borracci. "Pero si la cubierta está concebida como un elemento en línea con las necesidades del sector, entonces se puede considerar una herramienta válida y eficaz para proteger las plantas, por lo que es necesario analizar detenidamente la inversión a realizar y determinar si merece la pena. Ciertamente es recomendable cubrir un huerto si la variedad no está obsoleta, si el marco de plantación es racional y si las podas y tratamientos se han realizado según criterios agronómicos correctos y vanguardistas. La cubierta no es, por tanto, más que un componente de un sistema coherente, que va desde la producción hasta la comercialización. En definitiva, el proyecto debe ser considerado en su totalidad y no puede dejar de tener en cuenta las necesidades de los exportadores, los productores, los viveristas e incluso los podadores profesionales, así como de quienes ofrecen servicios tecnológicos como nosotros. La cobertura, repito, es una de las variables que puede mejorar la eficiencia de todo el complejo productivo, pero solo si las condiciones de partida son válidas. Sin embargo, si el proyecto es débil y anticuado, ni siquiera una cobertura moderna y eficiente podrá salvarlo".
"No tiene nada de malo decirlo: en nuestra opinión, el cultivo de cerezas en Apulia, en este momento, aún no sigue estándares que estén a la altura de los desafíos actuales, porque las variedades son poco productivas y las plantaciones ineficientes. En este contexto, la inversión de una cubierta plástica nunca será reembolsada. Debemos partir de la rentabilidad en campo, derivada de condiciones de producción rentables que permitan destinar una parte de los ingresos a realizar inversiones encaminadas a mejorar la calidad para seguir siendo competitivos. Estos son los puntos de partida para poder hablar de un proyecto de cobertura. Luego se puede discutir sobre qué tipo de estructura y qué tipo de película plástica elegir, más o menos transparente, por ejemplo, y sobre las características técnicas más adecuadas a las necesidades individuales de cada empresa. En este punto, entran en juego las habilidades de Serroplast, para acompañar al empresario agrícola en su proyecto productivo que va desde la gestión agronómica hasta el conocimiento del panorama varietal, pasando por el riego y el manejo del clima en campo, en cualquier zona del mundo".
"Serroplast viene desarrollando este know-how desde hace algún tiempo y lo está utilizando con éxito en América del Sur", revela el experto. "En Chile, de hecho, hemos invertido junto con las universidades locales en el estudio y posterior construcción de cubiertas que reemplacen la tela que sirve exclusivamente para proteger las plantas de la lluvia con una tela de polietileno que garantiza una alta difusión de la luz a la planta, otorgándole un porcentaje constante de fertilidad".
"Ciertamente, no somos una empresa que promueve la cobertura solo para vender. Por otro lado, no somos simples distribuidores o revendedores, sino verdaderos productores que miran a sus clientes desde una perspectiva de colaboración a medio-largo plazo, por lo que nuestra tarea no se limita a la mera venta de un producto, sino que acompañamos simbióticamente a las empresas, grandes o pequeñas, en un camino que no acaba en el suministro. Nuestra intención es mantener la relación fiel de por vida. De hecho, además de todas las habilidades para diseñar, construir e instalar una estructura, nos distingue la capacidad de elaborar un plan de negocios real, acorde con las necesidades del cliente, desde el fruticultor hasta el viticultor, sin distinción", concluye Borracci.
Para más información:
Giuseppe Borracci 
MAGEL SRL
Via Del Commercio, n.c.
70018 - Rutigliano (BA) - Italia
Tel.: +39 348 871 1515
giuseppe.borracci@serroplast.it
Tel.: +39 (0)80 477 1526
info@serroplast.it
www.serroplast.it