El Tribunal de Apelación de Catania ratificó la condena impuesta a un productor de tomates, sentenciándolo a un año de prisión y a pagar una multa de 15.000 euros. La condena se basa en el delito establecido en el segundo párrafo del artículo 517ter del código penal, relacionado con la "fabricación y venta de productos que violan derechos de propiedad industrial", específicamente por la usurpación de un derecho de obtentor vegetal comunitario.
El caso fue iniciado por el Anti-Infringement Bureau for IP Rights on Plant Material (AIB) y fue llevado a cabo por los abogados Nicola Novaro y Rossella Pola, surgiendo de una denuncia presentada ante la Guardia di Finanza (GdF).
Las investigaciones realizadas por los funcionarios del GdF revelaron la presencia de plantas de tomate reproducidas ilegalmente en cuatro invernaderos diferentes, cuya conformidad genética con la variedad protegida fue confirmada mediante pruebas genéticas realizadas por el CREA, el laboratorio oficial italiano.
En este caso, el acusado no pudo proporcionar documentación que confirmara el origen legal de las plantas de tomate, derivando en su condena inicial por el Tribunal de Ragusa.
Ignacio Giacchi, director del AIB, expresó su satisfacción, destacando que la sentencia de apelación representa un hito importante para la protección de los derechos de obtentores vegetales en procesos penales. Giacchi también resaltó la aplicabilidad del delito previsto en el Código Penal en situaciones en las que una variedad, producida a partir de semilla, se reproduce ilegalmente mediante tocones o rebrotes (reproducción asexual) sin la autorización del propietario.
Fuente: fhalmeria.com