Durante las últimas semanas, varios productores de las comarcas de La Ribera han observado grietas profundas en las naranjas debido a la escasez de lluvias.
Fernando Durà, agricultor y miembro de La Unió de Llauradors, confirma que "es un problema bastante generalizado, por lo que he podido hablar con otros compañeros de La Unió y otros productores de la comarca".
La gravedad de la merma varía según las zonas, pero las naranjas afectadas terminan desechándose, ya que ni siquiera se pueden aprovechar para la industria debido a la rápida descomposición provocada por las grietas en la piel, que exponen el interior del fruto.
El clima seco durante el verano y otoño, incluyendo la falta de precipitaciones y días de viento inusualmente secos, ha agravado la situación. Aunque se registró un episodio torrencial en septiembre en algunas áreas, que trajo alrededor de 200 litros de lluvia en pocos minutos, el exceso repentino de agua tampoco benefició a los árboles. Este agrietamiento de los cítricos es otro golpe para un sector agrícola que ya enfrenta dificultades.
Fuente: levante-emv.com