"El verano pasado, el robot de cosecha Four Growers llegó a operar con la misma rapidez que un humano. Con tales velocidades, el modelo de negocio para los productores se hace viable, y es entonces cuando se puede entablar una conversación", afirma Nick Boelen. Desde el 1 de enero trabaja en el desarrollador de robots estadounidense, que ha entrado en el mercado con su robot de cosecha de tomates snack. Nick se encargará de las ventas como director comercial.
"Debido a la escasez del mercado laboral, el aumento de los salarios y la rotación de los empleados, los costes de cosecha son mucho más elevados que antes. En los tomates snack, vemos actualmente una tendencia en la que las empresas holandesas están trasladando su cultivo a Marruecos o Túnez, o de Canadá a México. Al mismo tiempo, existe una demanda de un producto cultivado localmente, un tomate snack premium. La automatización puede hacer más atractivo el cultivo local", explica Nick. Reducir los costes de cosecha es fundamental.
Four Growers hace hincapié en la velocidad de la máquina. "Un robot más rápido significa que se cosechan más tomates por el mismo dinero". Por eso se ha prestado mucha atención a la capacidad de autoaprendizaje de la máquina, impulsada por un software patentado. "Cuando los primeros robots entraron en los invernaderos, tal vez se cosechaba un tomate cada 3 o 4 segundos. Ahora esa velocidad se ha reducido a 1 tomate por segundo. La diferencia radica principalmente en la precisión y en la velocidad de la propia cosecha, y la mejora se debe a la recogida continua de datos. El robot mejora en función de la experiencia en el invernadero, lo que reduce los costes de cosecha por producto".
Como el robot iguala la velocidad de un trabajador humano, Four Growers lo está llevando al mercado, mediante alquiler o venta. "El robot funciona y está operativo en los invernaderos". Ya se han vendido y entregado los primeros modelos, y está previsto entregar más unidades en la segunda parte de este año. De momento, el robot se utiliza en Países Bajos en Syngenta, y en Canadá en NatureFresh. Ahora es responsabilidad de Nick seguir expandiéndolo.
Inicialmente, el foco se pone en Leamington y los Países Bajos: países donde los costes laborales son altos, la disponibilidad de mano de obra es baja y hay demanda de productos de cultivo local. También es esencial para la empresa ofrecer un buen servicio posventa y asistencia en esas zonas. "Pero vemos que la demanda del robot también viene de otras zonas: de Australia, por ejemplo. E incluso llegan peticiones de países con salarios más bajos pero que aumentan rápidamente".
El año pasado, Four Growers mencionó la posibilidad de adaptar su solución de cosecha al cultivo de pepinos. Mientras que la versión para tomates snack utiliza un sofisticado dispositivo de succión de tomates para recoger los frutos del racimo sin dañarlos, la variante para pepinos está equipada con un brazo de agarre de tres dedos y un mecanismo de corte. "El concepto tecnológico ha sido aprobado, y ahora dejamos que la IA haga el trabajo en los invernaderos. En este caso también esperamos una curva de aprendizaje pronunciada, con un robot cada vez más rápido y preciso".
"En última instancia, la plataforma es relativamente fácil de adaptar", dice Nick sobre el desarrollo posterior. "Los pepinos snack son similares a los pepinos normales, por ejemplo. Lo que debemos tener en cuenta es en qué mercado hay una gran demanda y cuánto tardamos en adaptar el robot para ello".
Lo mismo ocurre con la ampliación de las actividades del robot. "Todo lo que cosecha el robot se pesa, se cuenta y se registra. A partir de esos datos, se crea un 'mapa de rendimiento' que muestra qué planta va bien y cuál no. Es el primer paso hacia un sistema de control de calidad", comparte Nick. "Como se trabaja con cámaras en el cultivo, también se puede captar lo que ocurre en la planta: el número de flores, racimos o tomates sin madurar. Esto nos lleva a la previsión. En última instancia, esto también puede ampliarse a la medición de la superficie foliar, el color de las hojas o incluso la detección de insectos. También estamos avanzando en esas direcciones".
Está claro que están pasando muchas cosas en el sector, y precisamente por eso Nick se sintió atraído por él y decidió dejar su anterior profesión. "Están pasando muchas cosas. Four Growers es una empresa joven y relativamente pequeña, pero está haciendo muchas cosas y los avances son rápidos. Eso la convierte en una empresa muy interesante de la que formar parte".
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