¡Suscríbase a nuestra newsletter y manténgase al día con las últimas noticias!

Suscribirse Ya soy suscriptor

Está usted usando un software que bloquea nuestros anuncios.

Ya que publicamos noticias gratuitamente, dependemos de los ingresos de nuestros banners. Por favor, le rogamos que desactive su bloqueador de anuncios y recargue la página para poder seguir visitando esta web.
¡Gracias!

Haga clic aquí para leer la guía de cómo desactivar su bloqueador de anuncios.

Sign up for our daily Newsletter and stay up to date with all the latest news!

Suscripción I am already a subscriber
Paul Bosch, de Rabobank

Las compañías logísticas pueden mejorar con la gestión de datos

En la última edición de Cool Logistics Global, celebrada en Brujas, Paul Bosch, analista de la cadena de suministro de alimentación y agricultura de Rabobank, ofreció su perspectiva sobre algunas tendencias emergentes del mercado alimentario, así como sobre el cambiante comportamiento de los consumidores y cómo este afecta a los operadores logísticos.

Desde una perspectiva del consumidor, Bosch opina que el futuro es prometedor para los modernos centros de distribución, en especial si nos fijamos en las tasas de crecimiento de la venta de alimentos frescos y congelados de los últimos cinco años. “Las ventas están yendo muy bien y son un impulso real para el desarrollo de las zonas rurales”.



Esto, por supuesto, afecta a diferentes a las áreas del mundo de formas distintas. Si se analizan las cadenas minoristas modernas, “Oriente Próximo y África están creciendo a partir de una base más pequeña, y Asia, por supuesto, también es una región con un gran crecimiento; mientras, el crecimiento en Europa occidental está por debajo del 1%. China representa 1/3 de Asia-Pacífico y el aumento en el consumo de frescos y congelados allí es realmente impresionante”.

Aunque operar en China conlleva dificultades para los operadores logísticos europeos y estadounidenses, Bosch cree que el mercado todavía ofrece muchas oportunidades, por la sencilla razón de la demanda. “China está tratando realmente de abrirse a la importación de alimentos provenientes de Europa y, de hecho, está haciendo grandes inversiones para mejorar las conexiones ferroviarias. Las ciudades junto a las carreteras están interesadas en convertirse en centros de distribución y estoy convencido de que en cinco años los tiempos de tránsito se verán reducidos a solo ocho o nueve días”.

No obstante, las barreras comerciales impuestas por Rusia se han convertido, naturalmente, en un gran obstáculo, con un impacto especial sobre los precios, que en caso de los Países Bajos casi se han reducido a la mitad. “Hemos tenido que ser pragmáticos, darnos cuenta de que esto es solo temporal y buscar rutas alternativas, y yo diría que ya estamos en fase de recuperación”, asegura Bosch.

En vista de estos problemas, Bosch asegura que muchas compañías europeas han cambiado sus estrategias para centrarse más en el valor que en el volumen, depender menos de rentabilidad y más de la innovación y la oferta de productos únicos, y para ello necesitan asociaciones a largo plazo, lo que también implica a la parte logística.

La adopción de estas estrategias también está muy motivada por las demandas del consumidor, en especial teniendo en cuenta el crecimiento del comercio online. “Yo creo que ahora estamos en un momento crucial en el que la venta online realmente les va a quitar cuota de mercado a los minoristas y supermercados, lo que por supuesto tendrá un impacto sobre la logística. Tendrá que generarse toda una nueva gama de servicios y todavía hay un gran hueco que llenar, considerando que muchos prefieren externalizar”.

La ventaja del sector online es que no ofrece limitaciones en lo que respecta a espacio de tienda. Esto hace que se requiera una flexibilidad mucho mayor en la logística, así como diversidad de los canales de distribución. También supone que la atención cambia de la apariencia al precio y el volumen, y esto es algo que puede afectar potencialmente a la logística, según Bosch.

Para los operadores, la conclusión es que el comercio online genera muchos datos, que pueden utilizarse para analizar y predecir patrones de consumo. “Ahí es donde realmente está el valor y creo que las compañías logísticas tienen una gran oportunidad de entender hacia dónde va realmente la demanda, de descubrir si uno se está centrando en las categorías alimentarias adecuadas o en las regiones adecuadas. Sabiendo lo que quiere el consumidor, se es capaz de proporcionar niveles más altos de trazabilidad, seguridad y sanidad”, concluye Bosch.
Fecha de publicación: