Fuente: Hanjin
EVO Fenedex ha investigado los problemas que llevaron a la quiebra a las compañías vinculadas. Según muestra un informe de la organización, las empresas holandesas tampoco estaban seguras de la ubicación de algunos de los productos. "Algunos barcos estaban flotando por ahí, cargados de productos perecederos como lácteos. Muchas compañías afirman que se han duplicado sus costes logísticos por los retrasos y por tener que usar otros medios de transporte, como el aéreo. Una empresa de electrónica tuvo que volver a enviar el mismo cargamento por aire para que las tiendas no se quedaran desabastecidas, y los proyectos de construcción también se han pausado, ya que las piezas esenciales que no se pueden enviar por aire continúan en el mar. Por último, algunas compañías productoras no pueden acceder a sus cargamentos porque los contenedores continúan en las terminales".