Sin embargo, la comprobación de seguridad de los arándanos peruanos fue increíblemente estricta, puesto que existen "asesinos de frutas" en Perú: los tefrítidos mediterráneos. Para evitar que estos insectos entren, los arándanos peruanos debían ser inspeccionados de forma más estricta y concienzuda. La oficina nacional de inspección cuarentenaria ha enviado un trabajador a Perú para investigar si todos los procedimientos cuarentenarios y las medidas son acordes a lo que se había estipulado en el tratado comercial. El trabajador supervisará las exportaciones a China y controlará e investigará concienzudamente el proceso antes de que se produzca la exportación. En caso de que descubra productos que podrían ser perjudiciales para los organismos vivos y deban ser puestos en cuarentena, o en caso de que considere que el proceso de enfriamiento previo a la exportación ha sido inefectivo, tendrá que prohibir la exportación de la mercancía de inmediato o poner en práctica medidas correctivas en el proceso. Antes de que los arándanos peruanos entren en China, se deben llevar a término formalidades de cuarentena e investigación para obtener el permiso de la República Popular de China para la cuarentena de entrada de animales y plantas. Solo entonces recibirán oficialmente los billetes de avión a China y superarán el punto de control.
La oficina nacional de cuarentena de Shanghái recuerda a los consumidores que, hasta el momento, los únicos arándanos disponibles en el mercado nacional de la fruta provienen de Chile, Canadá y Perú. Tras haber ingresado en el país a través de los cauces habituales y tras satisfacer todos los estándares requeridos, todos esos arándanos obtendrán un certificado de inspección y cuarentena para la entrada de mercancía y suelen llevar el nombre del producto y el lugar de origen indicado en el envase.