Como muchos países del mundo se enfrentan a una grave escasez de mano de obra, cada vez más empresas hortofrutícolas buscan formas de reducir su demanda de trabajo, ya sea durante la cosecha o en el proceso posterior a la misma.
Una empresa de robótica de Inglaterra tiene una solución para reducir la cantidad de mano de obra necesaria en poscosecha. Wootzano fabrica hábiles robots capaces de manipular con delicadeza los productos frescos utilizando su piel electrónica patentada, hardware propio y algoritmos de aprendizaje automático en sistemas de envasado robótico totalmente integrados.
Wootzano ha creado una solución robótica de última generación para las líneas de envasado de frutas y hortalizas.
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"Nuestra tecnología patentada permite a los robots tener una mayor conciencia sensorial de su entorno, analizando datos como la presión, la firmeza, la temperatura, la humedad y las firmas químicas. Por lo que sabemos, nuestra tecnología es única: este nivel de manipulación altamente inteligente y hábil no existe en las líneas de poscosecha que manipulan productos como uvas y tomates. No solo puede imitar lo que haría un humano, sino que puede ir más allá", explica Atif Syed, presidente, director general y fundador de Wootzano.
"Para manipular este tipo de productos, el robot tiene que saber cuánta presión hay que aplicar y la dirección de la fuerza. Casi todo en estos robots es único, incluido el hecho de que son asequibles. Calculamos que el retorno de la inversión puede lograrse en un año, aunque, por supuesto, esto depende del uso".
Wootzano tiene líneas en funcionamiento en estos momentos y miles de pedidos, y está a pleno rendimiento en la producción. Las líneas de envasado autónomo están en funcionamiento en empresas británicas y europeas.
"Los robots están diseñados para todas las frutas y hortalizas, pero en este momento se utilizan sobre todo para las uvas y los tomates, esto se debe a que nos centramos en la demanda y eso es lo que han pedido nuestros clientes, pero también estamos recibiendo muchas peticiones de líneas de fruta de hueso, kiwis y aguacates.
"Nuestro sistema abarca: el control de calidad, la estimación del peso, el recorte del tamaño y la cosecha y colocación en bandejas. Preparamos las bandejas para sellarlas, pero no las sellamos como parte de nuestro sistema. Se pueden programar diferentes perfiles para distintos clientes.
"El robot estima el peso y puede cortar el racimo de uvas para introducir el peso correcto. Los distintos robots de la línea pueden hablar entre sí para asegurarse de que el peso y también la presentación sean correctos. Además, puede haber una persona en la línea para comprobar la presentación final.
"En un par de meses podremos predecir la vida útil potencial del producto, lo que permitirá a los clientes establecer precios dinámicos. Todos nuestros robots están conectados a una red en la nube y todos los datos recopilados se envían ahí. Los robots aprenden y se adaptan por sí mismos, comparten conocimientos y mejoran con el tiempo".
Después de comprar los robots, los clientes pagan una cuota que les permite suscribirse a las actualizaciones, la asistencia remota y el mantenimiento general.
Es probable que las especificaciones preestablecidas para el envasado de productos cambien en el futuro con el cambio hacia métodos de envasado más sostenibles y con menos residuos. Debido a la rápida adopción de la robótica, es posible que las especificaciones se modifiquen para adaptarse a los robots. Sin embargo, es una conversación pendiente.
Para más información: 
D Fulton
Wootzano
Tel.: +44 (0)333 5779 668
d.fulton@wootzano.com
www.wootzano.com