Los almacenes de envasado de cítricos se esfuerzan por satisfacer las expectativas de calidad, cada vez más exigentes, si bien también deben incrementar las cantidades y mejorar los rendimientos. Resulta complicado alcanzar un equilibrio, pero se puede hacer, como explica Clinton Jeffries, director global de la categoría de cítricos en TOMRA Food.
El hecho de que los consumidores se estén volviendo más exigentes con los cítricos está teniendo consecuencias para los almacenes de envasado. Independientemente de cuál sea la variedad de cítrico, el riesgo es el mismo: si la fruta decepciona al comprador, la marca de alimentación o el retailer que la vendió podría perder futuras ventas. Esto significa que los retailers esperan cada vez más que sus proveedores les suministren perfección, lo cual no resulta fácil para los almacenes de envasado, puesto que la fruta que llega es variable y la que sale debe cumplir muchos requisitos.
Para empezar, las condiciones de la piel de la fruta, el color, la forma y el calibre afectan a su atractivo. Después, la experiencia de consumo puede depender de la firmeza de la fruta, de su textura y de su contenido de azúcar. Y para complicar todavía más las cosas, las preferencias del consumidor sobre el color y la dulzura de la fruta difieren de un mercado de exportación a otro.
Tradicionalmente, los almacenes de envasado han mantenido contentos a sus clientes envasando únicamente la fruta que están seguros de que satisfará los requisitos cualitativos y rechazando la fruta de calidad dudosa. Pero esto, con demasiada frecuencia, provoca que se "regale" fruta, lo cual perjudica a los beneficios del almacén de envasado. Se podría ganar más dinero si el almacén de envasado encontrara la manera de entregar el producto con la calidad y en la cantidad adecuada y, simultáneamente, maximizar los rendimientos: un equilibrio que exige precisión.
Para los envasadores, es una situación delicada en la que hay mucho en juego. Solo las exportaciones mundiales tienen un valor de más de 7.000 millones de dólares anuales, y subiendo. En mercados consolidados, son más los consumidores que se interesan por los alimentos sanos, naturales y ricos en vitaminas, por lo que los cítricos están ganando popularidad. En los mercados emergentes, cada vez más personas están ingresando unos salarios de clase media y gastan más en alimentación. Y se está haciendo un mayor uso de los cítricos para aportar sabor y color a los productos de pastelería y a las bebidas de frutas. Por estos motivos, se prevé que las ventas de cítricos sigan aumentando en valor a una tasa de crecimiento anual compuesto del 4%, por lo que, para 2030, las exportaciones tendrán un valor cercano a 10.000 millones de dólares.
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Marijke Bellemans
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