Promovida por la Areflh (asociación de regiones europeas de producción frutihortícola) y la Mesa del Castaño del Bierzo, la reunión analiza las tendencias de producción y comercialización, así como los nuevos métodos de producción y cultivo. Se prestó particular atención a las plagas que afectan a los castañares, como la tinta del castaño y el cáncer de la corteza, así como los problemas relacionados con la presencia de insectos como la Cydia, el balanino y, en especial, el Dryocosmus kuriphilus. Los oradores expresaron en especial su preocupación con respecto al daño que este último infringe y que puede causar en el futuro.
Massimo Bariselli habló sobre su experiencia en la lucha contra el Dryocosmus kuriphilus: presentó el parasitoide específico Torymus sinensis y creó las “áreas de multiplicación” para obtener nuevos parasitoides.
Otro tema debatido fue cómo una caída en la producción abriría las puertas a las castañas de otros países como China y Turquía, que son capaces de producir grandes cantidades a precios competitivos, aunque la calidad de su producto no es tan buena como la del europeo.
También se visitaron numerosas plantaciones de castaños, plantas de procesado y almacenes de envasado.
“Los productores, las asociaciones, los técnicos, los comerciantes, los procesadores, los envasadores e incluso algunas instituciones están particularmente interesados en lo que se debatió durante la reunión”, afirma Luciano Trentini (en la foto), vicepresidente de la Areflh.
“Se trata de una oportunidad de reunir información a nivel técnico-agrónomo y comercial. El objetivo es relanzar el cultivo de la castaña a través de nuevas inversiones, en especial considerando la gran demanda”.
“Las castañas son, además, aptas para celíacos, se cultivan en zonas que normalmente no son adecuadas para otros tipos de fruta o verdura y su cultivo puede incluso ayudar a evitar la despoblación de las zonas montañosas”.