Pese a que la pandemia ha traído muchos cambios en todos los niveles de la cadena de suministro hortofrutícola, para Piñabar, la máquina que corta piñas para los consumidores dentro de los supermercados, las alteraciones, por suerte, han sido mínimas. Michel van Keeken, de Piñabar, explica: "Sentimos el retroceso inicial, como todo el mundo, pero lo cierto es que retomamos la actividad normal bastante rápido. Al principio, todo el mundo actuaba con mucha cautela, pero pasado un mes y medio vimos que todo se recuperaba".
Alto movimiento en el retail y exceso de piña
En el caso de Piñabar, algunos aspectos han ayudado a aumentar su popularidad en los últimos meses. Aunque Piñabar tiene oportunidades en el sector foodservice, la empresa está trabajando principalmente con retailers y la máquina está presente en supermercados y tiendas de alimentación. "Los supermercados, por descontado, continuaron a toda máquina, y en ocasiones incluso a más velocidad de lo normal. Esto les dio margen para continuar con sus inversiones bastante rápido después del brote de la pandemia", dice Van Keeken.
Con la pérdida del sector foodservice, que era un importante mercado para los productores de piña, se produjo también una ligera sobreoferta de piñas en el mercado. "Esto aumentó el interés de los retailers en las máquinas: tenían más producto para vender, y nosotros tenemos las cifras que demuestran que se venden más piñas cuando hay una Piñabar en la tienda", señala.
Foco en la seguridad alimentaria
Durante la pandemia, aunque las autoridades dejaron claros que el coronavirus no se transmite por los alimentos, el interés del consumidor por la seguridad alimentaria aumentó. Se puede observar en la tendencia hacia el aumento del envasado en lugar de los productos "desnudos", y es algo que también ha experimentado de primera mano Piñabar. "Vimos en varios países que había interés en la Piñabar porque las tiendas querían ofrecer piña de IV gama, pero querían asegurarse de que los consumidores sintieran que el producto era seguro", dice Van Keeken. "Por lo tanto, tener una máquina que corte la piña en lugar de una persona ayuda a que los consumidores se sientan más seguros en cuanto a la inocuidad de sus piñas".
La máquina ha sido desarrollada poniendo como prioridad la seguridad alimentaria, y Piñabar incluso ofrece modelos que se pueden utilizar con un contacto mínimo. "Tenemos un modelo en el que la tapa se abre automáticamente pulsando un botón. Si el consumidor lo pulsa con el codo, entonces las probabilidades de que se produzca cualquier tipo de contaminación son mínimas", explica Van Keeken.
Expansión en el mercado estadounidense
La Piñabar se distribuye por todo el mundo y Van Keeken ha advertido que algunos mercados se han recuperado más deprisa que otros. "El mercado asiático todavía no ha regresado a la normalidad por completo, y en los Estados Unidos depende del estado. Ahora mismo, estamos en fase de prueba con un destacado retailer de Estados Unidos: tienen una Piñabar en la tienda de mayor rendimiento de cada estado. Esta primera fase ha tenido mucho éxito y ahora vamos a pasar a la siguiente". La Piñabar ya está disponible en las tiendas de todo el país. "Han tenido éxito en Chicago, en la costa oeste, y en el sur de la costa este".
"Una consideración que hay que hacer es el tamaño de la máquina, que es bastante grande y, por lo tanto, en la ciudad de Nueva York, por ejemplo, no es práctica tenerla en los supermercados porque el espacio es limitado". Teniendo esto en mente, Piñabar tiene planeado el lanzamiento de un nuevo modelo más pequeño de la máquina este año. "Esta versión se puede colocar sobre una mesa en un bar y aumentará mucho las posibilidades de la máquina", concluye Van Keeken.
Más información:
Michel Van Keeken
Dutch Food Technology
Tel.: +31 434100044
Email: michel@dutchfoodtechnology.com
www.pinabar.org