Hace más de un año, Cerescon presentó con orgullo a la prensa especializada el Sparter serie 0, el primer robot de recolección selectiva de espárragos del mundo, en un campo de espárragos de Baarlo. Hace unos días, la empresa, que emplea a trece personas, tuvo que solicitar la suspensión de pagos.
"Una acumulación de circunstancias", es como explica este paso el director general Denick Murraij. "Como empresa de alta tecnología en el sector agrícola, hemos desempeñado un papel pionero durante años. Hemos tenido que superar bastantes obstáculos, tanto en el ámbito técnico como en la introducción en el mercado. Ahora, sin embargo, se están juntando una serie de circunstancias que hacen muy difícil realizar las inversiones necesarias para dar el siguiente paso. El clima empresarial, con el aumento de los costes y los mayores plazos de entrega, desempeña un papel importante, al igual que las inversiones que aún deben realizarse para que el robot de recolección esté completamente listo para su uso".
Lo que hace único al Sparter es el método patentado de detección subterránea. Los avanzados sensores de proximidad detectan los espárragos bajo tierra sin tocarlos. Las máquinas seleccionan entonces los espárragos que pueden cosechar y los que no. A continuación, las coordenadas de los espárragos se transmiten a un robot de corte. Este robot corta los espárragos, los extrae en un solo movimiento y los deposita en una cinta transportadora.
"La suspensión que hemos solicitado demuestra lo difícil que es comercializar las técnicas de alta tecnología de nuestra máquina, que Cerescon ha sido la primera en aplicar en el campo. Nuestro papel siempre ha sido pionero. Durante el último año hemos estado estudiando todas las posibilidades de inversión, pero por ahora tenemos que concluir que es muy difícil cumplir con nuestras obligaciones", dice el director general. "Pero mantenemos la esperanza de continuar y esperamos que aquellas partes con las que aún no hemos contactado se presenten lo antes posible".
Cerescon se fundó a finales de 2014. No mucho tiempo tras su fundación, se creó un grupo de usuarios formado por varios cultivadores innovadores de los Países Bajos y Alemania que participaron intensamente en el desarrollo. Proporcionaron a Cerescon requisitos del producto, instalaciones de prueba, información comercial sobre los costes de producción y dieron su opinión sobre los desarrollos y las opciones técnicas de Cerescon. En la actualidad, hay en funcionamiento tres máquinas de clientes, dos de demostración y una de prueba. El objetivo final era aumentar la producción a 150 máquinas al año en cinco años.
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