Pouliquen, con sede en Cléder, en Finisterre (Francia), lleva 100 años comercializando vegetales del género Allium y hortalizas frescas del norte de Bretaña. Actor clave en el envasado de chalotas tradicionales, la empresa también está presente en el mercado de las cebollas, así como en una veintena de variedades de hortalizas frescas. El 100% de los productos que ofrece la empresa los cultivan los productores de Prince de Bretagne, de los que Pouliquen es distribuidor oficial.
© Franck Betermin
El pasado sábado 2 de julio, la empresa celebró su centenario en un acto al que asistieron más de 300 personas, empleados, socios y clientes. Este evento fue también la ocasión de inaugurar el edificio de 500 m² construido en 2020 y enteramente dedicado al desarrollo de la actividad de envasado y comercialización de Allium ecológicos. En esta ocasión, los invitados pudieron visitar esta nueva instalación en pequeños grupos. Se programó un sistema de automatización para presentar el rendimiento de diferentes sistemas de automatización. También se organizó una visita a la zona de ventas en torno a un breve vídeo de presentación del proceso de subasta. Por último, esta reunión permitió a Pouliquen anunciar a todos los presentes la obtención de la etiqueta RSE PME+, obtenida tras una auditoría de control realizada por Ecocert Environnement.
© Franck Betermin
La RSE en el centro de la estrategia de la empresa
"En el seno de Pouliquen, hemos decidido trabajar en 4 ejes principales: el factor humano (que hemos situado en el centro de la empresa); el empleo y la solidaridad en la región donde se encuentra nuestra estructura; la conservación del medio ambiente, y la garantía de ofrecer productos de calidad al consumidor", explica Gérard Quillévéré, codirector de Pouliquen.
Pero el centenario de la empresa fue solo una oportunidad para comunicar las acciones que ya se han emprendido desde hace muchos años en Pouliquen: "Como empresa, tenemos una responsabilidad social. Trabajamos mucho con socios locales. Todos nuestros productores se encuentran en un radio de 100 km. Somos muy respetuosos con este espíritu, especialmente con la marca Prince de Bretagne, pero también con los proveedores locales de envases y transportes. Es una mentalidad que ya habíamos adoptado antes de la crisis sanitaria y que nos permitió garantizar el suministro a nuestros clientes.
Gérard Quillévéré siempre se ha preocupado por el bienestar de sus empleados. Así, se han realizado diversas mejoras tanto en los departamentos operativos, sobre todo con la instalación de sistemas de automatización, como en las oficinas. Un estado de ánimo que aboga por el respeto como valor fundamental y que parece convencer a los empleados, ya que la antigüedad media es de 15 años.
© Franck Betermin
La responsabilidad social de la empresa se expresa también mediante diversos compromisos. En primer lugar, Pouliquen recupera el 95% de sus residuos orgánicos gracias a una asociación con un productor local que ha desarrollado una actividad de metanización. También se han puesto en marcha acciones para reducir los residuos de plástico que han supuesto un ahorro de 10 toneladas de residuos desde diciembre de 2021.
Por último, Pouliquen se compromete con varias asociaciones sociales, entre ellas Les Restos du Cœur, a las que se entregan de media cada mes una docena de toneladas de chalotas y cebollas rosas de Bretaña en el almacén de donaciones de Vannes (departamento 56). Esto representa aproximadamente 24.000 unidades para los beneficiarios. Todas estas acciones han permitido a Pouliquen convertirse en la 191.ª empresa en recibir la etiqueta PME+. Esta etiqueta, reconocida en toda Francia, se dirige a las empresas francesas independientes a escala humana, con prácticas éticas y responsables.
© Franck Betermin
Clientes en más de 20 países
Fue en 1917, a 20 km de la actual sede de la empresa en Plounéour-trez (departamento 29), cuando Roger Pouliquen creó la empresa que lleva su nombre. A los 15 años, empezó el negocio vendiendo patatas. A principios de los años 30, la actividad de la empresa se orienta hacia el comercio de ajos y cebollas. La chalota entró en el catálogo en 1975 y poco a poco se convirtió en la estrella de la gama Pouliquen.
En 2021, la empresa, que cuenta con 25 empleados (pronto serán 28), vendió casi 11.000 toneladas de chalotas y cebollas, y otras 11.000 toneladas de hortalizas frescas (coles, coliflores, brócoli, alcachofas, zanahorias, tomates, calabazas, etc.).
© Franck Betermin
Desarrollo de la actividad ecológica
La empresa tiene la firme voluntad de desarrollar su actividad ecológica. Para ello, en 2020 se construyó una ampliación de 500 m², dedicada al envasado de Allium ecológicos, que se inauguró el 2 de julio. La actividad comenzará allí a finales de 2022.
"Nuestros proyectos futuros están dictados por la voluntad de desarrollarnos respetando las relaciones con nuestros socios locales, proveedores y transportistas, y nuestra implicación en la RSE. Por eso hemos optado por desarrollar una rama de 'envasado' ecológico, además de nuestra actividad actual. Lo ecológico no debe ser inaccesible para los consumidores, debemos cuidarlo. También es importante apoyar a los productores ecológicos en su desarrollo, del mismo modo que a los de la agricultura tradicional", informa Gérard Quillévéré.
© Franck Betermin
Nuevas contrataciones
Desde que Gérard Quillévéré y Pascal Jaouen se hicieron cargo de la empresa en 2002, el negocio no ha dejado de crecer. La facturación de Pouliquen se ha multiplicado por diez desde la adquisición. Con vistas al desarrollo y para disponer de los medios necesarios para desarrollar la actividad ecológica, de aquí a septiembre se incorporarán tres nuevos comerciales, con lo que el número de empleados de la empresa ascenderá a 28.
Para más información:
Gérard Quillévéré
Pouliquen
Tel.: +33 2 98 19 51 00
info@pouliquen.com