¡Suscríbase a nuestra newsletter y manténgase al día con las últimas noticias!

Suscribirse Ya soy suscriptor

Está usted usando un software que bloquea nuestros anuncios.

Ya que publicamos noticias gratuitamente, dependemos de los ingresos de nuestros banners. Por favor, le rogamos que desactive su bloqueador de anuncios y recargue la página para poder seguir visitando esta web.
¡Gracias!

Haga clic aquí para leer la guía de cómo desactivar su bloqueador de anuncios.

Sign up for our daily Newsletter and stay up to date with all the latest news!

Suscripción I am already a subscriber
La agricultura ecológica contra la convencional

La batalla ecológica en la ciencia y los medios

Los alimentos ecológicos son saludables... ¿o no? Depende del estudio que leamos. Los investigadores en este ámbito están divididos entre los partidarios de los productos ecológicos y las compañías convencionales. Ambas partes se rechazan entre sí, publican estudios que apoyan su punto de vista e intercambian acusaciones.

Menos sustancias químicas en la orina

El año pasado, se hizo viral un vídeo sobre un estudio del supermercado sueco Coop y el Centro de Investigación Medioambiental de Suecia. Una familia sueca que no consumía productos ecológicos cambió su dieta por una ecológica y los investigadores compararon su orina anterior y posterior al cambio en busca de sustancias químicas de fitosanitarios. El resultado estaba claro, ya que la cantidad de dichas sustancias se redujo muchísimo tras comenzar a consumir alimentos ecológicos.


El supermercado Coop, que invierte en productos ecológicos, resumió los resultados en un vídeo que vieron más de 5,5 millones de personas, por lo que las ventas de productos ecológicos de la cadena aumentaron un 20% el año pasado. Sin embargo, un año después, el estudio suscita cada vez más críticas, ya que los investigadores han tenido que ir a juicio por los muchos problemas del estudio, según la Asociación de Fitosanitarios de Suecia, que ha publicado varias objeciones.

Algunas de las objeciones se eliminaron en el informe original, y los investigadores eran conscientes de que una muestra de una sola familia no basta para llegar a una conclusión científica. Aunque no presentaron el estudio como científico, también hay objeciones justificadas, ya que no se hicieron pruebas de fitosanitarios ecológicos ni de las enfermedades contra las que se utilizan. Se cree que los investigadores encontraron más de estas sustancias cuando la familia cambió a los productos ecológicos.

Otra objeción es que las gráficas que acompañan al estudio ofrecen una imagen demasiado dramática. Las cantidades de sustancias químicas que se encontraron en la orina de la familia rondaban los 5 nanogramos por milímetro, que, según los detractores, se encuentran dentro de los márgenes aceptables y se pueden consumir sin que haya consecuencias directas. Además, el estudio no ofrecía información sobre la relación que hay entre los agentes de protección de cultivos y la salud, y, por último, según la asociación, la relación entre los alimentos ecológicos y la salud no se ha demostrado lo suficiente, por lo que hay muchas razones para cuestionar este estudio.

¿Estrategia de marketing basada en el miedo?
En otro estudio, publicado en abril de 2014, un grupo de científicos llegaron a la conclusión de que el sector ecológico estadounidense puede agradecer su crecimiento exponencial en el último siglo a la manera en que se ha publicitado. Según el informe, el sector ecológico basa su estrategia de marketing en el miedo, y las compañías utilizan de forma injusta la imagen de la seguridad alimentaria y los alimentos saludables para impulsar sus ventas.

"Los estudios muestran una colaboración generalizada dentro del sector ecológico para reducir la competencia de los alimentos y métodos agrícolas convencionales. Sus actividades han contribuido a que los consumidores perciban la salud y la seguridad alimentaria de forma falsa y engañosa, lo que influye en sus compras", concluye el estudio. Según los investigadores, esta "publicidad engañosa" ha generado ingresos de miles de millones de dólares.

Un estudio parecido de la revista Academic Research, que publicó los hallazgos, indica que este controvertido informe no está carente de problemas. Varios medios de comunicación alegan –a raíz de unos correos electrónicos entre los científicos, la revista y Monsanto– que Academic Research y los investigadores habían recibido financiación de Monsanto, una empresa a la que cualquier estudio que dé una imagen negativa sobre el sector ecológico resulta beneficioso, y lo mismo ocurre a la inversa.

Agricultor consciente
En Países Bajos, también hay tensión entre el sector convencional y el ecológico, aunque el ecológico parece tener las de ganar y cuenta con el favor del Gobierno. El 2 de junio, el secretario de Estado Martijn Van Dam, anunció una medida de apoyo para las compañías que quieran pasarse al cultivo ecológico, y, un mes más tarde, los agricultores convencionales crearon su campaña Boer Bewust ("agricultor consciente"), para mostrar el lado bueno de la agricultura convencional.

Helma Lodders, miembro de la Cámara Baja por el partido VVD, apoya al sector convencional en esta batalla. "Los partidos de izquierdas de la Cámara Baja creen que pueden alimentar al mundo a base de productos ecológicos, como en 'los viejos tiempos', pero olvidan que la población mundial está aumentando y la producción de alimentos tendrá que duplicarse, como mínimo, algo imposible de esa manera". Sin embargo, la afirmación de Lodders también es objeto de debate. De nuevo, depende del estudio que leamos.

Fecha de publicación: