El año pasado los ciruelos en Noruega estaban cubiertos de fruta, pero este año la situación es muy diferente. Un abril cálido y soleado fue seguido por un tiempo errático en mayo con nieve y heladas.
"La floración de mayo salió completamente mal. El año pasado tuvimos un volumen récord de ciruelas, pero este año la cosecha ha caído un 80 por ciento", dice Steinar Dvergsdal, de la empresa productora Innvik Fruktlager.
La cosecha de ciruelas también es mala este año en Hardanger, una de las mayores áreas frutales de Noruega. Leif Øie, de la cooperativa hortofrutícola Grøntprodusentenes Samarbeidsråd (GPS), quien lleva diez años inspeccionando los cultivos para hacer previsiones de cosechas, nunca ha visto una temporada tan mala como la actual. "Las primeras ciruelas noruegas estarán en las tiendas esta semana o la próxima, pero en la primera semana de septiembre ya se habrán terminado". El año pasado, la cosecha de toda Noruega ascendió a unas 1.900 toneladas, pero este año será de solo unas 600 o 700 toneladas.
¿Son los túneles la solución?
Algunos productores están probando el cultivo de ciruelas en túneles, pero eso supone una inversión importante. "El cultivo en túneles es tremendamente caro", dice el productor Stein Harald Hjeltnes, de la empresa Njøs frukt- og bærsenter. "Las ciruelas son simplemente más sensibles al clima que otras frutas, hay poco que se puede hacer al respecto. Este mal año es una excepción y no creo que sea una razón para hacer una inversión tan grande. Además, después de un año con pocas ciruelas, la floración suele ser óptima el año siguiente, por lo que es posible que obtengamos una cantidad récord de fruta el año que viene".
Fuente: nrk.no