Según datos de Provid, en la campaña 2021/2022 se han cultivado 21.099 hectáreas de uva de mesa en Perú. Las uvas blancas fueron las que mayor superficie concentraron en el país, con un total de 9.597 hectáreas instaladas. En segundo lugar se encuentran las rojas seedless con 6.042 hectáreas, seguidas de la Red Globe, con 4.359 hectáreas. El resto comprende a las negras (1.100 hectáreas) y un hectareaje mínimo que se desconoce a qué grupo varietal corresponden.
Analizando las estadísticas de Provid, la superficie de uvas blancas seedless se ha duplicado desde las 4.310 hectáreas contabilizadas en la campaña 2016/17, mientras que las Red Globe, en concreto, se han replegado desde las más de 8.400 hectáreas implantadas hace 5 campañas.
El gerente general de Provid, Alejandro Cabrera detalla que entre las variedades blancas, la principal es la Sweet Globe, seguida de Ivory, Timpson, Autumn Crisp y otras. Esta tendencia por las blancas se debe a dos razones, según identifica Cabrera: la productividad que se logra en campo y que los precios para una blanca pueden ser atractivos en muchos mercados, en especial en Estados Unidos
Roberto Bezerra, asesor de campos de uva de mesa, comenta que la campaña de uva de mesa peruana empieza precisamente con las exportaciones de variedades blancas, porque en ese entonces existe desabastecimiento por estas variedades en el mercado de Estados Unidos. En cuanto a la productividad, refiere que en especial la variedad verde Sweet Globe, de la casa genética IFG, es la de mayor aceptación entre los productores. Por lo menos, en el 70% de los campos en Piura se han instalado las uvas blancas, en especial, con Sweet Globe. Sobre esta última refiere que es más productiva y requiere de un menor número de mano de obra que una blanca convencional.
Mientras que con la uva convencional se logra una producción de 2.500 cajas/ha en promedio, con la Sweet Globe se alcanzan las 4.000 a 4.500 cajas/ha. En cuanto a la mano de obra, al ser una variedad que se autoralea, solo se requiere de 25 a 40 jornales en las tareas de raleo, mientras que en una convencional sube de 110 a 150 jornales. "Frente a estas cifras no hay mucho que pensar a la hora de elegir variedades", refiere y señala que se trata además de una fruta firme, grande y de agradable sabor.
Fuente: agraria.pe