Primero, un mes de mayo lluvioso y con poca luz; luego, un cálido mes de junio con pocos productos y, ahora, nuevamente una bajada de temperaturas. Esta evolución ha causado altibajos en los precios, como si estuvieran en una montaña rusa, según comenta Francesca Nadalini, de la organización de productores Sermide Ortofruit, con sede en la localidad italiana de Sermide.
"En estos días, el precio comenzó a caer nuevamente porque las cantidades disponibles son considerables, mientras que las temperaturas no alientan el consumo. Todo el año está siendo anómalo debido al tiempo".
El mes de mayo se caracterizó por lluvias continuas y temperaturas por debajo de la media, también en la zona de Mantua, donde opera la OP Sermide. Entre otras cosas, las estaciones meteorológicas de la zona registraron lluvias casi todos los días del mes y por el tiempo nublado hubo menos luz y, en consecuencia, una desaceleración en las fases fenológicas del melón.
"En mayo hubo precios bajos al inicio de la campaña que además comenzó con 10 días de retraso y tuvimos entre un 50% y un 70% menos de melones de lo esperado. Fue una tendencia general en Italia y esto causó un aumento de precios. Todos intentaban conseguir melones, pero los productores tenían muy pocos preparados en el campo", comenta Francesca.
Esta situación continuó hasta el 5 de julio. Desde ese momento, la situación de la producción se ha normalizado, las cantidades han aumentado pero, desafortunadamente, las temperaturas han bajado y, con ellas, también la demanda.
"Ahora esperamos volver a la normalidad, porque los productores son los primeros en merecer una situación rentable, por todo el esfuerzo y el compromiso realizados cada día. Si fuera solo un problema de mercado, podríamos comprenderlo, pero esta situación meteorológica, realmente perjudicial, desanima a todos los productores", concluye Francesca Nadalini.